martes, 7 de septiembre de 2010

CUCARACHAS... CUCARACHAS...

Vi que tenía muchas cosas para guardar y organizar en su cabeza tan usada.
La tenía casi llena y entonces buscaba rincones para guardar más. Además recordaba e iba buscando en las hendiduras de su masa craneal, otras que hacía mucho tiempo había guardado.

Los médicos lo ataron a la cama y dejaron que las cucarachas se fueran acomodando tranquilamente en su cerebro.

Los fantasmas que rondaban por el cuarto le advirtieron del complot, cuando a su oído gritaban las palabras vocalizándolas en exceso y extendiendo sus enormes labios.

Su única esperanza era aquella nota oculta en la punta de su chancleta. La nota que le daría todas las respuestas. Aquella que les había mostrado, pero que ninguno acreditaba su existencia. Esa nota y la pequeña llave que ocultaba en el hoyo que para tal propósito había abierto en un rincón del aeropuerto .

Había sembrado en su mente, la firme intención de sacar con sigilo la nota cuando estuviera solo; claro que si las enormes cucarachas no invadían antes la punta de la chancleta y si las telarañas blancas y babosas que se deslizaban por las paredes no obstaculizaban la tarea. Tenía la certeza que cuando leyera la nota tendría la clave para escapar de sus delirios.

Fue entonces cuando aparecieron los médicos con sus resplandecientes batas blancas. Los vio y comenzó a temblar y balanceándose decía: “No estoy haciendo nada, nada, nada tu tu tutu tu tu tu. No estoy agresivo; solamente le canto a la bebita: tu tu tu tu tutu tutu tuuuuuuuu”.

Las cucarachas seguían corriendo por entre los zapatos blancos de los médicos. Algunas a gran velocidad se subían sobre los mismos zapatos, para acortar el camino. ¿El camino? ¿Cuál camino si andaban sin rumbo definido?
El quiso prevenirlos y fue entonces cuando lo amordazaron. Abrió los ojos cuanto pudo con el ánimo de que fijarán su atención en las cucarachas y pensó que la próxima semana iría a visitar a su madre. En ese momento se quedó dormido.

Y su cabeza se lleno de enormes cucarachas y ya no tuvo tiempo para guardar nuevos sueños, ni quedo siquiera un breve espacio para nuevos pensamientos. Siendo dentro de su sueño prisionero de su propia pesadilla.

Salí deprimida de aquel sitio y me senté en el andén de frente al edificio. Dirigí con pena mi mirada hacia arriba y por entre la ranura del marco de su ventana, pude ver el movimiento repulsivo de las antenas de una enorme cucaracha.

ENRAIZANDO PENSAMIENTOS

Soy la raíz de mi cordón umbilical. Mi energía se desliza a través de sus paredes, transmitiendo pensamientos, deseos, sueños, letras y emociones.

Algunas veces pretenden abandonar su acogedora y cálida matriz produciendo un penetrante dolor en mis entrañas. Sé que deben independizarse de mi cuerpo pero aún así, mi corazón se esfuerza en retenerlos y cuando este sangra, me obligo a recordar cuando yo misma me separe de la matriz que fue mi origen.

Intento que mi savia sea dulce, pero no tanto como la miel que hasta resulta empalagosa. Que tenga sal para que no resulte sosa. Que si esta fría incite a buscar el calor de los afectos y si está caliente se refugie bajo la sombra suave que invite al frescor y la armonía.

Lamentaré la lluvia cuando brote de mis ojos y la glorificare cuando en mi alma haga aflorar recuerdos que se hallasen rezagados en algún rincón oscuro del pasado.

miércoles, 11 de agosto de 2010

EL GATO CANINO




Es usual que nos atribuyamos cualidades que no nos corresponden. Pensamos que somos mejores, más inteligentes, más bellos o peor aún que somos la excepción de nuestra raza.

Larry llegó al barrio siendo muy joven y con amor a primera vista, se enamoro de Homero; por lo que todos concluyeron que el recién llegado era un autentico gay felino. Sin embargo, Larry no estaba salido del closet, porque Homero en realidad era una Sara. Así que sus amores podrían continuar por la senda aceptada socialmente. Pero…

Surgió un problema Larry se creía perro…. Si así como lo escribo, él tenía la certeza de que era perro y ese simple detalle, Sara no lo soportaba. Se erizaba cada vez que lo veía pasear con su vistosa traílla, haciendo un alto para levantar la pata, orinando en algún árbol con canina petulancia.

Larry, se acomodaba en sitio estratégico, intentando fisgonear a su amada, aprovechando como un mortal humano pensionado, tomar el sol de la mañana.

Sara, no pudo soportar el insistente asedio de aquel pelambre negro que tanto contrastaba con el blanco impecable de su raza y una noche desapareció sin previo aviso.

Ahora Larry se pregunta: ¿Por qué Sara no aprecio, su arrolladora personalidad, sus melódicos ladridos y el hermoso batir de su colita?

“Errar es humano, ronronear felino”. (Robert Byrne)

lunes, 9 de agosto de 2010

SUEÑOS



Ella dijo: no permitas que tu corazón fabrique sueños. Los sueños, son quiméricos deseos… He oído que los sueños, sueños son y se esfuman cual ráfaga de viento.

El me enseño a soñar. Me dijo que soñar era igual a respirar; dijo que los sueños realizados dejaban de ser sueños dando espacio a otros nuevos que ocuparían su lugar. Agrego que los sueños incumplidos se iban al limbo en un eterno navegar.

Yo le creí y soñé. Pero mis sueños se fueron hacia el limbo y entonces yo… deje de respirar.