miércoles, 11 de agosto de 2010

EL GATO CANINO




Es usual que nos atribuyamos cualidades que no nos corresponden. Pensamos que somos mejores, más inteligentes, más bellos o peor aún que somos la excepción de nuestra raza.

Larry llegó al barrio siendo muy joven y con amor a primera vista, se enamoro de Homero; por lo que todos concluyeron que el recién llegado era un autentico gay felino. Sin embargo, Larry no estaba salido del closet, porque Homero en realidad era una Sara. Así que sus amores podrían continuar por la senda aceptada socialmente. Pero…

Surgió un problema Larry se creía perro…. Si así como lo escribo, él tenía la certeza de que era perro y ese simple detalle, Sara no lo soportaba. Se erizaba cada vez que lo veía pasear con su vistosa traílla, haciendo un alto para levantar la pata, orinando en algún árbol con canina petulancia.

Larry, se acomodaba en sitio estratégico, intentando fisgonear a su amada, aprovechando como un mortal humano pensionado, tomar el sol de la mañana.

Sara, no pudo soportar el insistente asedio de aquel pelambre negro que tanto contrastaba con el blanco impecable de su raza y una noche desapareció sin previo aviso.

Ahora Larry se pregunta: ¿Por qué Sara no aprecio, su arrolladora personalidad, sus melódicos ladridos y el hermoso batir de su colita?

“Errar es humano, ronronear felino”. (Robert Byrne)

lunes, 9 de agosto de 2010

SUEÑOS



Ella dijo: no permitas que tu corazón fabrique sueños. Los sueños, son quiméricos deseos… He oído que los sueños, sueños son y se esfuman cual ráfaga de viento.

El me enseño a soñar. Me dijo que soñar era igual a respirar; dijo que los sueños realizados dejaban de ser sueños dando espacio a otros nuevos que ocuparían su lugar. Agrego que los sueños incumplidos se iban al limbo en un eterno navegar.

Yo le creí y soñé. Pero mis sueños se fueron hacia el limbo y entonces yo… deje de respirar.